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"Cuando vengas a vernos, puedes comenzar tu viaje desde "la muy noble y leal ciudad de Vetusta", hoy Oviedo, capital del Principado. Dirígete al occidente, divisarás Cornellana y siguiendo el curso del río Narcea, llegas al puente del Infierno, y en pocos minutos estarás en el paraíso de Allande. Este idílico paraje, situado en el suroccidente del Principado de Asturias, es uno de sus 78 concejos. Limita al norte con el concejo de Villayón, al sur con los de Cangas del Narcea e Ibias, al este con los de Tineo y Cangas del Narcea y al oeste con los concejos de Illano, Pesoz, Grandas de Salime y la provincia de Lugo. Nuestro relieve es bastante accidentado. Estamos en una zona montañosa, formada por un espicazo central, la Sierra del Palo, del cual parten diversas estribaciones o cordales que dejan entre sí valles y cañadas angostos, por los que discurren un buen número de pequeños ríos que llevan sus aguas al Narcea y al Navia. El clima, como en el resto de la región, es muy húmedo, siendo bastante frío en las altas sierras y cordilleras, y templado en las zonas bajas. La nieve suele aparecer hacia mediados de noviembre en las zonas altas, persistiendo con mayor o menor extensión hasta finales de marzo o abril (e incluso más, según aseguran los compañeros que tienen que itinerar). La flora está formada por robles, abedules, castaños, pinos, avellanos, manzanos, etc... En la huerta se cultivan hortalizas, patatas, judías, maíz, etc... El cultivo de la vid, introducido en la zona en el siglo XI por los benedictinos, es poco más que un recuerdo. La fauna comprende jabalíes, urogallos, lobos, perdices, liebres, nutrias, martas, tejones, corzos, truchas, anguilas, etc... La gran variedad de fauna estimuló el nacimiento en 1917 de la Asociación de Cazadores de Allande, primera sociedad cinegética del Principado. Además de esta fauna silvestre, abunda el ganado vacuno, del cual viven la mayoría de las familias del concejo. En todo el concejo, con una extensión de 370 Km2, somos 2.800 habitantes. Pero no siempre fue así, ya que en décadas anteriores éramos un número mucho mayor, lo que trajo como consecuencia que una parte de la población emigrara a diversos países, especialmente a Cuba, Argentina, México, República Dominicana y Puerto Rico. Hoy en día esa emigración es muy escasa. Conservamos dólmenes, túmulos, castros (especialmente el Castro de San Chuís,cuya excavación y estudios fueron iniciados por el profesor Francisco Jordá , catedrático de la Universidad de Salamanca), restos de explotaciones auríferas. Así mismo en la iglesia románica de Santa María de Celón podemos admirar pinturas del siglo XVI y en Pola de Allande el palacio de los Cienfuegos Peñalba, reformado por Don Rodrigo de la Rúa Cienfuegos en el siglo XV. Otras construcciones de carácter civil destacadas son La casa de la Torre, del Valledor,y La casa de la Torre de San Emiliano pueblo declarado Patrimonio Histórico. Las fiestas principales son las de Santa Isabel en Berducedo; El Carmen en Santa Coloma; San Roque en Celón; El Rosario en San Emiliano; Santiago en Linares; Las Nieves en Prada; San Cristóbal en Campo del Río (fiesta campestre); y Nuestra Señora del Avellano, del 7 al 9 de septiembre, en Pola de Allande, capital del concejo, donde además se celebra feria todos los 18 de cada mes. Pola de Allande fue señorío de Don Rodrigo Álvarez y de su hijastro Enrique de Trastámara, pequeño centro comercial y administrativo desde que, a mediados del siglo XIII se recibió derecho para "facer pobla" del episcopado de Oviedo. La gastronomía está basada en los productos propios de la zona, destacando la calidad de las carnes rojas, del cerdo y de sus embutidos. El rey de los platos es el potaje de berzas, pese a la fama que tienen el "repollo relleno" y el "puding de verduras". Para terminar, insuperables natillas, requesón con miel ,tarta de avellanas y un orujo propio de la zona. Pero todo ágape no es completo si no se entona el himno del concejo,siguiendo los pasos de la giraldilla. colegio publico de pola de allande